El ex jefe del Ejército durante la última etapa del kirchnerismo, César Milani, pasa sus primeros días detenido en una cárcel de La Rioja en la que, durante la dictadura 1976-1983, llevaron a secuestrados de los que nunca más se tuvo noticia.
“Está enojado, indignado y preocupado”, aseguró su abogada Mariana Barbitta. Ya había estallado de furia cuando el juez Daniel Herrera Piedrabuena le informó, tras tomarle declaración indagatoria, que quedaría detenido.
Milani está preso desde el viernes en una causa que investiga si cometió secuestros y torturas durante la última dictadura contra Ramón y Pedro Olivera. La cárcel donde está detenido, de hecho, fue un centro clandestino de detención y el mismo lugar donde estuvieron detenidos ilegalmente los Olivera.
Milani está alojado en una celda común en el pabellón número 5 del penal de La Rioja junto a otros 14 presos. Hay policías que cumplen condenas y detenidos por delitos de lesa humanidad.
El ex jefe kirchnerista del Ejército no está incomunicado y puede hablar con su abogada, Mariana Barbitta. Fue ella quien aseguró que las condiciones de detención de Milani eran “alarmantes” y no descartó presentar un “hábeas corpus” en el caso de que se agravara su situación judicial.
Apenas ingresó al penal, le tomaron sus datos y le sacaron la ropa. “Se lo trata como a cualquier detenido. No hay celdas VIP en el penal”, aseguró el director de la cárcel, Eduardo Polledri.
Condiciones rigurosas
La vida del penal es rigurosa. A las 22 se apagan las luces y todos tienen que permanecer en silencio hasta las 7 de la mañana cuando los presos se levantan, se cambian y tienen que desayunar. Milani, según fuentes judiciales, apenas se relaciona con otros presos y está de mal humor. Estalló cuando la Justicia se negó a excarcelarlo y no le habilitó un pedido de prisión domiciliaria.
En La Rioja, con temperaturas que superan los 35 grados, el penal se convierte en un verdadero hervidero. Para mitigar el calor, Milani sale al patio de la cárcel y comparte espacio con otros presos. Así se lo pudo ver en una foto que circuló y que lo retrata dentro del penal. Está debajo de un árbol con una camisa clara de mangas cortas y un pantalón largo.
Mariana Barbitta, defensora del ex jefe del Ejército César Milani, afirmó ayer que insistirá con su estrategia para “lograr la libertad” del acusado por delitos de lesa humanidad con una apelación ante la Cámara Federal de Córdoba, mientras el militar seguía detenido en la misma cárcel de La Rioja adonde llevaban a los secuestrados por la dictadura.
“Voy a poner todas mis energias en lograr la libertad” de Milani, resaltó Barbitta, y aseguró que estaban “evaluando todas las alternativas posibles”.
La abogada Barbitta remarcó que se presentará en la mañana del martes a una audiencia en la Cámara Federal de Córdoba, una instancia judicial superior a la de La Rioja, con el objetivo de “discutir ahí fuertemente la ausencia clara de peligro de fuga y entorpecimiento” de la investigación.
La fiscal federal local, Virginia Miguel Carmona, consideró que su detención se debe a la necesidad de “evitar que el imputado entorpezca el desarrollo de la investigación”.
Miguel Carmona explicó a radios locales que así se pretende “facilitar la comparecencia” de Milani ante el tribunal, dado que la Fiscalía pide “desde hace años” su indagatoria y “en la causa hay elementos sólidos como para justificar su detención”.
“Desde 1984 hay testimonios que indican que Milani participó en los secuestros de Ramón y Pedro Olivera”. Ratificó y aseguró que el detenido “tiene todas las garantías a su disposición”.
Graciela Ledo, hermana del soldado conscripto desaparecido Alberto Ledo, remarcó que “las pruebas, en esta causa y en la de mi hermano (que se tramita en Tucumán) son tan evidentes que es imposible que haya quedado en libertad”.
Ramón Olivera, otro de los denunciantes, recordó que “él me trajo a mí acá y no tan sólo a mí, sino a muchos presos. Firma un acta donde dice que sí, que efectivamente él me traslada desde el Instituto de Rehabilitación Social, la cárcel riojana (donde hoy está detenido), hasta este juzgado federal”. Esto “echa por tierra su argumento de que en esa época estaba en Catamarca”, añadió.







