Catorce años después, Omar Félix vuelve a su “primer amor”. Es que el diputado provincial fue electo el domingo para comandar la intendencia de San Rafael por tercera vez en su vida política. Previamente, condujo el municipio de 2003 a 2007 (primer mandato), y de 2007 a 2009, cuando asumió como diputado nacional.
El día después de acumular casi 48 mil votos de la ciudadanía sanrafaelina (48,77%), el intendente electo dio indicios de lo que será su tercera gestión municipal.
El dirigente peronista agradeció a la población del departamento por el “importante respaldo”, aunque remarcó que el apoyo representa también “un compromiso y una gran responsabilidad; y estaremos a la altura”.
En cuanto a cómo proyecta esta nueva etapa al frente de la Comuna sureña, destacó que se buscará “cuidar lo logrado”, entre lo que mencionó el estado financiero del Municipio y la actividad en las diferentes áreas de gobierno; así como “mejorar los servicios y la obra pública”.
Asimismo, anticipó que se buscará reforzar las tareas vinculadas al desarrollo económico y humano, que representan “la evolución y nuevas demandas de la sociedad”.
El equipo de Omar Félix para la intendencia
En cuanto a las personas que lo acompañarán en la gestión, si bien no dio nombres, adelantó que conformará un gabinete caracterizado por un “mix entre renovación y experiencia”.
Con varios de los dirigentes que formarán parte de su grupo de trabajo ya se encuentra realizando un “análisis detallado de cada una de las áreas”, para conocer de primera mano las fortalezas y debilidades.
Respecto a su madurez política desde que dejó la comuna en 2009, Félix marcó que en esta casi década y media “he ganado en experiencia muy rica y conocimientos sobre el municipio, con la ejecución técnica en la conducción de cada aérea; y, por otro lado, la conducción política de los equipos, que es lo que debemos tener responsabilidad”.
La grieta y la política en Argentina
Por otra parte, el intendente electo reflexionó respecto al momento político que atraviesa el país y la provincia. “La grieta ha sido el sello distintivo de esta época”, analizó.
“No es un modelo político en el cual yo me haya formado. Creo en los puentes, en el diálogo como herramienta de construcción de consenso, que es irreemplazable. Si no tenemos la posibilidad de hablar con el que piensa distinto y encontrar soluciones a problemas que de otra manera no se pueden resolver… ¿cómo se puede hacer política sin hablar, si su herramienta es el diálogo?, manifestó.
Al respecto, concluyó: “Es necesario otro modelo de construcción. Que genere diálogo, consensos y unidad. Que permita que podamos tener algo que nos una y no muchas cosas que nos separan”.