Cómo pasar de una coalición electoral a una de gobierno. Éste, dicen que será el gran desafío de la Mesa Nacional de Cambiemos, presentada ayer en un salón a tres cuadras de la Casa Rosada.
El Presidente Mauricio Macri, Elisa Carrió y el mendocino Ernesto Sanz, fundadores de Cambiemos, presiden la Mesa también integrada por gobernadores (la bonaerense María Eugenia Vidal, el porteño Horacio Rodríguez Larreta, el mendocino Cornejo, el jujeño Gerardo Morales y el correntino Ricardo Colombi) y por representantes parlamentarios y dirigentes de los partidos que integran la alianza (el Pro, la UCR, la Coalición Cívica y el Partido Demócrata Progresista). El senador Julio Cobos completó la representación de mendocinos.
Macri y Carrió fueron los últimos en sentarse en la amplia Mesa que debatió a puertas cerradas durante media hora. Macri dio un discurso muy breve, mientras Carrió prefirió no hablar, y se limitó a meter bocadillos cada vez que alguien aludió a ella.
Macri revalorizó “el proceso de aprendizaje en la diversidad política” de las fuerzas de Cambiemos. “No saben las cosas que nos dijimos en la primera reunión que tuve con el gobernador de Jujuy”, dijo en referencia a Morales, quien con una sonrisa festejó el comentario.
“Y no saben las cosas que pasaron en la primera reunión que tuve con el angelito celeste sentado a mi lado”, siguió bromeando Macri, en referencia a Carrió. “Y las cosas que seguirán pasando”, retrucó la líder de la Coalición Cívica.
Carrió dejó que el diputado nacional Fernando Sánchez hablara por la Coalición Cívica. Sánchez instó a la coalición gobernante a poner “todos los esfuerzos republicanos para defender la independencia de los tres poderes del Estado”. Esta línea pareció dirigida a la última controversia, cuando días atrás Carrió volteó el proyecto de ley dirigido a separar de la Procuración General de la Nación, a su titular, Alejandra Gils Carbó.
Gerónimo “Momo” Venegas, titular del sindicato de peones rurales, habló unos pocos minutos, pero todos destacaron el comienzo de su intervención. “Compañero Presidente”, empezó el representante del sindicalismo peronista.
Sanz, sentado a un costado de Macri (en el otro estuvo Carrió), tomó nota. “Correligionario Presidente”, arrancó y marcó un contrapunto amable con Venegas.
“Siempre se ha dicho que sólo el peronismo puede gobernar el país; estamos rompiendo ese mito; Cambiemos está gobernando”, enfatizó quien enfrentara a Macri en las últimas PASO presidenciales.
Humberto Schiavoni, presidente del Pro, comentó a este diario el sentido de la conformación de la Mesa Nacional: “Cambiemos fue una exitosa herramienta electoral; ahora tenemos que poner todos los esfuerzos en dar organicidad para transformarla en una coalición de gobierno”.
El radical Mario Negri se permitió un atisbo de autocrítica. “Sabemos que hay muchas asignaturas pendientes como la lucha contra la pobreza, consolidar la República y terminar con la corrupción. Somos el resultado de nuestras identidades, errores y aciertos; sólo depende de nosotros no defraudar”, sostuvo el jefe del interbloque de diputados de Cambiemos.
La presidenta del bloque de senadores nacionales del Pro, la cordobesa Laura Rodríguez Machado, dijo sobre la Mesa Nacional, donde también ocupa un lugar: “Este acto expresa claramente que el nuestro no fue un frente electoral que se agotó en los comicios del año pasado sino que es un espacio político con futuro”.
En off, otro integrante de la Mesa, de gran peso en las negociaciones dentro de la Cámara de Diputados, comentó a Los Andes: “Es un espacio nuevo, al que posiblemente aún le falte mística; la única mística que tiene Cambiemos es haber derrotado al Frente para la Victoria”.
No quedó muy claro cómo será el funcionamiento de la Mesa Nacional y si la cantidad de integrantes no la vuelve poco ejecutiva. En diez meses de gobierno, hubo varias controversias entre los aliados (Pro, la Coalición Cívica y el radicalismo): la nominación de jueces de la Corte por decreto, los tarifazos energéticos, la cuestión Malvinas, la reciente polémica en torno a Gils Carbó.
Ayer, sin más, las conducciones de la Organización de Trabajadores Radicales (OTR), la Franja Morada y de la Juventud Radical, además de dirigentes del Comité Nacional de la UCR, enviaron una carta a la flamante Mesa Nacional de Cambiemos donde piden “no subestimar la grave situación social, reflejada en el alto nivel de pobreza y desocupación” e instaron al Poder Ejecutivo a tomar medidas sociales de fondo.
El silencio elocuente de Carrió durante el cónclave también indicó que no será fácil la tarea de la Mesa Nacional. Dentro del Pro, y sobre todo en la Cámara de Diputados, la relación con Carrió atraviesa su peor momento.
En Mendoza también definen su estrategia
Con el relanzamiento nacional, los distintos partidos que ganaron en Mendoza respaldaron la unión que los llevó a la victoria. Sin embargo, desde el Pro quieren formar una mesa chica de diálogo y en el Frente Renovador dudan de la continuidad para 2017.
A nivel nacional fueron cinco los partidos que reafirmaron su alianza: PRO, UCR, Coalición Cívica, Fe y Demócrata Progresista. Los cuatro primeros acompañaron el año pasado a Alfredo Cornejo quien logró integrar a otras fuerzas como el Partido Demócrata, Libres del Sur y Frente Renovador.
Más allá de aquel triunfo, algunos tienen en claro que una cosa es Cambiemos y otra cosa es Cambia Mendoza. Así, desde el Pro proponen formar una mesa chica local incluyendo aquí a la UCR, a la CC ARI y al menos conocido Fe con Clemente “Tito” Montaña. Por ahora, la diversa alianza se mantiene en pie y sus referentes señalan a Cambia Santa Rosa como prueba de ello. La elección municipal es el próximo desafío del acuerdo.
