Longobardi: “¿Coincidís con la idea que esta vuelta las cosas estarían avanzando en el plano judicial?”
Arroyo Salgado: “Quiero creer que están avanzando, quiero confiar en los pasos de la Justicia. En particular a partir de la decisión de la CSJN que determinó al fijar la competencia en el fuero federal que la muerte de Alberto Nisman estuvo vinculada a su trabajo. El reciente fallo de Casación Penal Federal dijo que la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Fernández y otros funcionarios de su Gobierno por encubrimiento del atentado a la AMIA, a raíz del Memorándum de Entendimiento con Irán, era verosímil, coherente y plausible, lo que echa por tierra el argumento respecto a que este podría haber sido el móvil por el que Nisman estaba deprimido y no se animaba a defender su denuncia ante el Congreso”.
Longobardi: “¿Por qué la duda sobre el día de la muerte de Nisman?”
Arroyo Salgado: “Cuando me entero de la cantidad de horas que Alberto no respondía llamados ni mensajes fue un alerta para mí. Era una persona sumamente comunicada y nunca me cerró que él no tuviera ninguna comunicación directa por esa cantidad de horas. Nuestros peritos hicieron un estudio científico muy serio y por la rigidez cadavérica nos informaron que la data de muerte podía situarse entre la noche del sábado y la madrugada del domingo“.
Longobardi: “Ayer hablaste de la obstrucción de la investigación y del grupo de tareas…”
Arroyo Salgado: “Se me ha preguntado sobre qué responsabilidad yo siento que ha tenido el Gobierno de Cristina Fernández en relación a esta muerte.Yo desconozco si el Gobierno ha tenido participación concreta en el tema de la muerte, pero no se puede desconocer su rol en los días que transcurrieron entre la denuncia de Nisman y su muerte, y con posterioridad. Yo sentí que muchos de los funcionarios del Gobierno anterior, y miembros del Poder Judicial que continúan en sus cargos, actuaron como un verdadero grupo de tareas. Atacaron a Nisman desde el Poder Ejecutivo, a través de las declaraciones de Cristina Fernández, de Aníbal Fernández, de Ricardo Echegaray, de Diego Bossio… después Diana Conti y Carlos Kunkel desde el Poder Legislativo. Desde el Poder Judicial, Daniel Rafecas, tratando de sepultar junto con Nisman a su denuncia, los jueces Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, convalidando esto”.
“Pido, como lo hizo la DAIA, que apaguen sus luces a las 21:00, que enciendan dos velas por los dos años y por mis dos hijas. Queremos seguir viviendo en democracia, y que el principio de igualdad ante la ley sea una realidad”, pidió Sandra Arroyo Salgado.







