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MÚSICA Y EVENTOS

Los recuerdos del «Nene» en Markama

Con ‘Anecdotario’, Juan Alberto «Nene» Ávalos propone un interesante y entretenido viaje por los 24 años transitados en el reconocido conjunto mendocino de música popular latinoamericana.

Las anécdotas son relatos de carácter breve que cuentan algún suceso curioso, singular y/o divertido. Ligeras y simpáticas, permiten a los oyentes (o lectores) conocer intimidades de sus protagonistas, adentrarse en situaciones ajenas de forma picaresca y, por qué no, sentirse cómplice de esos condimentos que en definitiva enriquecen nuestra cotidianeidad.

Con Anecdotario (Ediciones Culturales Mendoza), el músico Juan Alberto Ávalos, o ‘el Nene’ como todos lo conocen, propone un interesante y entretenido viaje por su carrera de 24 años en el reconocido conjunto musical mendocino Markama, desde su creación en 1975 hasta los últimos días de 1998, cuando este talentoso cantante y multiinstrumentista decidió tomar otros rumbos profesionales.

Más de 200 pequeñas historias son rescatadas de una memoria prodigiosa y que resumen en buena parte el derrotero histórico de Markama desde la visión personal de uno de los fundadores de la agrupación. Siempre en tono ameno y conciso, puntilloso y bien contextualizado gracias a los dotes como narrador del autor, esta recopilación lleva al lector a descubrir o reencontrarse con un verdadero fenómeno que irrumpió con fuerza y contribuyó al enorme éxito de la música latinoamericana a nivel internacional.

Giras, recitales, encuentros, sorpresas, emociones y mucha música por doquier, son los temas principales que ensalzan estas narraciones, como los viajes internacionales de Markama que abarcaron entre otros países Suecia, Italia, México y Estados Unidos; los periplos de la banda en las provincias argentinas a bordo de la ya mítica camioneta ‘La Turca’; y los acercamientos de personajes famosos o anónimos que enriquecieron la dinámica artística y fraternal del grupo, sin omitir a quienes trabajaron incansablemente junto a los músicos en aquellas épocas, como Daniel Nazer, Raúl Colombo, Daniel Randazzo y el sonidista Carlos Ruiz.

Nada mejor que el portentoso prólogo de Alejandro Dolina para explicar las intenciones de Ávalos con Anecdotario: “El lector astuto podrá encontrar aquí unas pinceladas de erudición y muchas consideraciones acerca de la condición humana. Con respecto al primer asunto, siempre he disfrutado al considerar la reflexión docta como una posibilidad narrativa. […] En lo que se refiere a la naturaleza del ser humano y su destino, debo decir que es el tema inevitable de todo poeta, por más que uno le parezca que habla sobre un paseo en bote en el frío de Suecia. La vida es corta, nuestro destino es trágico, las cosas se pierden. Pero nos asiste la posibilidad de cantar”.

Durante los dos años que llevó la redacción de la obra, y siempre con la ayuda de su hermana Elena Ávalos (una “extraordinaria mujer de las letras y excelente correctora”), Juan Alberto tuvo en claro qué perfil quería darle a los textos: “Como era una sucesión de anécdotas que iban apareciendo desordenadamente, y yo soy de hablar poniendo en contexto, convenimos que no hacía falta ordenarlos cronológicamente, y mucho menos teniendo en cuenta que jamás se me ocurrió escribir la historia de Markama”.

En ese sentido, aclara rotundamente que se tratan de sus “recuerdos personales”, ya que “la historia de Markama todavía se está escribiendo y me parecería razonable que su redacción provenga de alguien externo” al grupo. Tampoco se trata de una autobiografía extensiva del Nene, ya que estas memorias se concentran en los 24 años de su paso por el conjunto mendocino, si bien aparecen “algunas circunstancias tangenciales que estaban vinculadas a Markama, como el hecho de que yo me encontraba en Cosquín cuando falleció mi papá”.

Todo lo escrito está relacionado con Markama mientras estuvo el Nene Ávalos”, resume con su característica voz potente y la misma presencia que imponía sobre el escenario.

Ya sea por transitar sobre estructuras conocidas o por gajes del oficio, o incluso todo eso y más, Juan Alberto concibió su pieza literaria de la misma forma que junto a sus compañeros, preparaba cada trabajo discográfico de Markama. “Durante mucho tiempo, estuvimos convencidos que un disco tenía dos caminos que recorrer: por un lado, tener una carta de difusión, ya sea para presentarnos o para renovar el interés de los demás; y por otro, demostrar lo documental, lo testimonial. El libro tiene esa idea, la de entretener al lector dejar un documento de lo que hice en esos años”, argumenta.

Markama y el Nene

Los inicios de Markama se remontan a febrero de 1975, cuando los ex integrantes de un cuarteto llamado CanturíaAntonio Contreras, Eduardo Ocaranza, Eduardo Ordóñez y Juan Alberto Ávalos, se unieron con Lars Nilsson, Juan Lázaro Méndolas, Arcenio ‘Archi’ Zambrano, Damián Sánchez Jorge Sosa para interpretar canciones oriundas del Altiplano bajo el nombre de Markama, que en lengua quechua significa ‘al pueblo’. “Markama se insertó en un momento histórico muy favorable para el desarrollo de la música que proponíamos, que era una interpretación casi excluyentemente instrumental”, explica el Nene.

Con varios cambios a lo largo de los años, Markama comenzó a ganar importancia manteniendo su humilde esencia y su base en la ciudad del sol y el buen vino. “La agrupación comenzó a crecer en trascendencia sin tener que moverse de Mendoza, un elemento que ahora ya no es tan importante pero que en aquella época era destacable, ya que parecía obligatorio asentarse en Buenos Aires para triunfar”, señala el Nene no sin cierto orgullo por el logro del equipo.

Otro aspecto que favoreció el éxito de Markama fue el heterogéneo abanico de sus propuestas musicales, que iban desde melodías andinas hasta ritmos caribeños, pasando por cuecas chilenas, vals peruanos y tangos rioplatenses. “Los integrantes veníamos de mundos y gustos musicales distintos, lo que fue nutriendo a Markama en su sonido. Era muy atractivo para nosotros saber que cualquier inquietud propia era canalizada en el grupo y debatida por todos. Se trataba de un plus no habitual en esa época para este tipo de formaciones”.

Una característica propia de las agrupaciones musicales, independientemente del estilo y especialmente en las de larga duración, es el constante recambio de sus componentes, y Markama no escapó a esa regla. Además del noneto que inició en 1975, por el grupo pasaron nombres como Domingo Casciani, Walter Sabbatini, Eduardo Pinto, Pablo Budini, Pablo Guzzo, Bernardo Ríos, Martín Castro, Pablo Salcedo, Fabrizio Amicarelli, Diego Ferreira y Carlos Frites. La actual formación está integrada en un sexteto por Zambrano, Casciani, Salcedo, Amicarelli, Ferreira y Frites.

“Hay gente que razonablemente cristalizó una formación y le parece que ese fue el inicio de todo, pero ya en su segunda actuación, Markama no tenía los mismos integrantes, pasando de siete a nueve con la incorporación de Jorge Sosa y Damián Sánchez”, reconoce el Nene. Asimismo, dichos cambios “generaban expectativas” tanto en el público como en ellos mismos: “Nunca me puse a la defensiva y no recuerdo que hayan sido producto de una pelea o discusión. Siempre fueron decisiones tomadas por los integrantes y que se respetaron absolutamente”.

Lo mismo puede decir de su propio retiro, concretado el 12 de diciembre de 1998 y que aparece como el último relato del Anecdotario. “Fueron varios motivos los que me llevaron a dejar la agrupación: el nacimiento de mi tercer hijo Enzo, la menor cantidad de trabajo de Markama y mi vuelta a la radio, que es mi segunda vocación, ya que cada vez sumaba más obligaciones en el equipo que Jorge Sosa tenía en la Nihuil”, rememora.

Los amigos del Nene

Más allá de las peripecias con sus compañeros de Markama, Ávalos dedica buena parte de sus memorias a los encuentros que mantuvo con destacadas personalidades del ambiente artístico local, nacional e internacional: “Del ámbito musical tuve la oportunidad de conocer a muchos artistas, especialmente a partir de 1981, cuando comenzamos a transitar con mayor frecuencia los festivales veraniegos, donde te llevabas por delante todo tipo de colegas que siempre se acercaban con un ánimo muy cordial”.

En las anécdotas aparecen con cierta frecuencia músicos de gran reconocimiento como Mercedes Sosa, Teresa Parodi, Tarragó Ros, Eduardo Lagos, Rodolfo Mederos y los integrantes de Los Trovadores, siendo que Markama compartió escenario con ellos en numerosos festivales y actuaciones individuales. E incluso surge la figura de Atahualpa Yupanqui, a través de un simpático relato sobre la única reunión que compartió con el conjunto mendocino y en la que le facilitó al Nene la dirección de su casa en Francia. Todo ello sin olvidarse del recital que Amnesty International ofreció en Mendoza en 1998, donde los locales pudieron codearse con leyendas del rock como Peter Gabriel, Bruce Springsteen, Sting Tracy Chapman.

Fuera del ambiente musical, el Nene cultivó amistades con otros profesionales de renombre en sus respectivas áreas, como los conductores Alejandro Dolina y Juan Alberto Badía, el ex director técnico César Luis Menotti y los periodistas Carlos Abrevaya y Carlos Polimeni.

De hecho, para Juan Alberto fue muy significativo el aporte del prólogo de Dolina a su libro, y lo destaca como un gesto inolvidable que refuerza una inquebrantable amistad resistente a las distancias y los achaques del tiempo: “Frecuentaba mucho al ‘Negro’ cuando iba a Buenos Aires con Markama, pero después mis viajes se empezaron a espaciar y perdimos ese contacto cotidiano, salvo cuando él venía a Mendoza y renovábamos el vínculo. Dos semanas después de la publicación de mi libro, Dolina actuó en San Juan y aproveché en ir hasta allá para llevárselo”.

Los pendientes

Ante el desafío de la escritura, es inevitable que un autor deje algunos párrafos sin publicar en la edición final, ya sea por descuido involuntario o decisión propia. O incluso luego se arrepienta de insertar extractos. En su caso, el Nene no se retracta de ningún recuerdo de Anecdotario, pero sí admite que habría sumado un par de sucesos referidos a sensaciones emotivas vividas arriba de los escenarios: “Recuerdo que cuando tocábamos ‘Señora Chichera’ en algún teatro, siempre veía en las primeras hileras del público a gente mayor que cantaba fervorosamente la canción; o al iniciar los primeros acordes de un tema lento, notaba cómo alguna pareja de jóvenes se miraba y tomaban las manos, como diciendo ‘esa es nuestra canción’. Era increíble percatarse que podíamos generar ese tipo de cosas”.

“También me acuerdo que cuando nos presentábamos en ferias de exposiciones, por ejemplo, me sorprendía al advertir personas que no habían ido por el espectáculo pero se quedaban frente al escenario escuchándonos. Saberse que uno era capaz de ganarse la atención de alguien que estaba para otra cosa, era un buen indicio de que hacíamos bien”, subraya Ávalos con una sonrisa.

Volviendo al tiempo presente y lejos de la actividad con Markama, que hoy sigue brillando en los escenarios del mundo, el Nene continúa abocado a sus trabajos en Radio Nacional y como docente de cátedra en la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo, además de enfocarse en una renovada pasión: la carpintería.

Si bien descarta de antemano la publicación de un nuevo libro de anécdotas, Ávalos quiere avanzar en la segunda parte de su propuesta inicial: un CD a modo documental con grabaciones inéditas de las actuaciones en vivo que Markama ofreció en sus primeros 24 años de trayectoria. “Tengo una cantidad bastante importante de grabaciones de 39 recitales, desde los primeros que hicimos en 1975 hasta mi penúltimo espectáculo ocurrido el 10 de diciembre de 1998 en el Teatro Independencia y con la participación de León Gieco”, acota con mucha emoción.

Son más de 70 minutos de grabaciones almacenadas en cassettes y que fueron recuperadas y remasterizadas recientemente por su gran amigo Walter Sabbatini. Con esa base, el Nene armó un interesante repertorio que incluye canciones ejecutadas en el Teatro Independencia de Mendoza, el Festival de Cosquín, el Lincoln Center de Nueva York y los primeros shows en la gira por la Patagonia, entre otros sitios del país y el mundo. También figuran actuaciones en vivo con Mercedes Sosa, Rodolfo Mederos, Julio AzzaroniHebe Yacante y Los Trovadores.

Su anhelo es que puedan aparecer próximamente en la página web de Markama y sumarles en el futuro algunas filmaciones en video que conserva en su casa. “Son documentos que no compiten con lo que produce hoy Markama, sino que pueden ser una buena fuente de información para los que quieran conocer lo que ha pasado con este fenómeno mundial surgido en Mendoza”, aclara.

Fuente: MDZ On Line
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