En diálogo con la prensa una empleada del bar ubicado en el corazón del barrio de Once, en la intersección de las avenidas Rivadavia y Jujuy, sostuvo que están «dolidos, hay gente con mucha antigüedad». Sin embargo, destacó que «no hay ningún despedido, ya que es un cambio de firma».
La mujer resaltó que los dueños del lugar les comunicaron la noticia «hace un mes» y que todos los trabajadores decidieron seguir, a pesar del rotundo cambio. A su vez, mencionó que ninguna autoridad del Gobierno se acercó al lugar, más allá de la importancia que el mismo tiene para la cultura argentina.
«Construiré una balsa y me iré a naufragar», cantaban Los Gatos en los inicios del rock. Hoy el naufragio y la pena, pasan una vez más por La Perla.
Fuente: Ámbito Financiero /Diario de Cultura