El funcionario acompañó el lunes por la noche a Domenicali en un recorrido por varios sectores de la ciudad que podrían ser parte del circuito, un sueño que al principio parecía lejano, informó la agencia ANSA.
«No quisiera adelantarme a decir cosas que no son certeras; hoy, hay una posibilidad que cada día coge más forma, pero el pan se quema en la boca del horno», afirmó el alcalde.
Según Pumarejo, ser sede de la Fórmula 1 le significaría a la principal ciudad del norte del país no solo prestigio, sino que la convertiría en un atractivo turístico.
«Que estén gastando esfuerzo, tiempo y dinero para venir a visitarnos nos motiva a seguir soñando y trabajando en ese proyecto», admitió el mandatario regional, que no obvió referirse a la «incertidumbre» global y local derivada de la estabilidad económica y de la apreciación del dólar.
Domenicali, de 57 años, expresidente ejecutivo de Lamborghini y exdirector deportivo de la escudería Ferrari, llegó a Barranquilla en un avión privado junto con Luis García Abad, gerente del GP de México que se celebró el pasado fin de semana.