Dos jóvenes fueron acribillados en la tarde del jueves en el barrio Pedro Molina I de Guaymallén. Se trata de dos primos que, al parecer, habrían intentado ingresar a la fuerza a una vivienda de esa barriada para robar una importante cantidad de droga que el señalado asesino tenía guardada allí.
Una de las víctimas, conocida como el Dragoncito, contaba con un amplio prontuario y hacía seis días que había salido de la cárcel.
El presunto homicida continúa prófugo pero está identificado.
El hecho de sangre sorprendió a los habitantes de esa barriada guaymallina. Pasadas las 13.30 se oyeron varias detonaciones de arma de fuego.
Un llamado a la línea de emergencias alertó a las autoridades acerca de un enfrentamiento armado en la manzana 19, sobre calle Manuel A. Sáenz.
Cuando el personal policial llegó al lugar señalado encontraron a dos individuos tendidos en el piso y heridos con arma de fuego, frente a la casa 14.
Minutos después arribó una ambulancia del Servicio de Emergencia Coordinado.
El médico constató que uno de ellos ya estaba muerto, de un balazo en el cráneo, y el otro aún presentaba signos vitales. Rápidamente fue trasladado al Hospital Central pero falleció en el quirófano luego de que le realizaran tareas de reanimación.
La víctima que murió en la escena del crimen fue individualizada como Fernando Gastón Córdoba Cañadas (29), oriundo del barrio Soeva, un delincuente conocido como el Dragón o Dragoncito y que cuenta con varios antecedentes. En tanto, su primo, Emiliano Daniel Córdoba Rosales (25) fue quien dejo de existir en el nosocomio y vivía a metros del lugar donde fue ultimado.
Ambos estuvieron vinculados al cargamento de 165 kilos de marihuana que fueron secuestrados el sábado 17 de setiembre del año pasado en Colonia Segovia. Ese día también hubo incautación de armas y elementos robados.
Luego de que personal de la Policía Científica trabajara en el lugar con pesquisas policiales y judiciales, se determinó que ambos habrían intentado ingresar a la fuerza a esa vivienda para hacerse con droga que allí estaba guardada. En ese momento se produjo un enfrentamiento armado que terminó con sus vidas.
Fuentes policiales indicaron que los tres protagonistas habrían estado armados, pero los familiares de las víctimas fatales retiraron el armamento que utilizaron. Por eso, los efectivos sólo hallaron las vainas servidas de pistolas calibre 9 milímetros.
En tanto, el sindicado matador fue individualizado como Jonathan Martín Flores Allendes (26) y se dio a la fuga después de aniquilar a los primos Córdoba. También trascendió que es familiar de Cristian Chicho o Gringo Allendes, conocido barra del Tomba.
Después del episodio, los investigadores se dirigieron a realizar una serie de medidas judiciales en domicilios de la zona relacionados al homicida y la noche del jueves detuvieron al primero sospechoso de la causa.
Se trata del cuñado de Flores Allendes –pareja de su hermana– que habría presenciado el hecho de sangre. El hombre fue identificado como Raúl (se reserva el apellido para no entorpecer la investigación).
En tanto, vecinos señalaron que los enfrentamientos entre bandas se habían calmado durante la corta estadía del Dragón en el penal San Felipe, pero volvieron estos últimos días cuando quedó en libertad.
La causa quedó en manos de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos.
Los antecedentes del Dragoncito
Fernando Córdoba comenzó su historia con la Justicia allá por marzo del 2006 con un robo agravado. Continuó con otros asaltos armados, portación ilegitima de arma de guerra, encubrimiento, amenaza simple, resistencia a la autoridad y violación a la Ley de Estupefacientes. El 26 de noviembre del año pasado fue encarcelado en el penal San Felipe. Recuperó la libertad hace pocos días.
En tanto, su familiar, Emiliano, sólo contaba con dos antecedentes: tenencia ilegal de drogas y averiguación de robo.







