La Casa Rosada le pidió a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), dependiente de Naciones Unidas, que organizara los detalles de la licitación para buscar un Boeing Bussines Jet (BBJ) usado, ya sea un 737-700 o un 737-800, por un tope de u$s 65 millones.
Hasta el momento ya hubo presentaciones de interesados y dos aviones lideran las preferencias para ganar: uno la vende Freestream Aircraft USA, una empresa ubicada en New Jersey y cuesta 48,9 millones de dólares. El otro, Opus Aeronautics, con oficina en Mónaco cuesta un poco más: u$s 54 millones. Ambos precios no incluyen los service pre-compra ni el traslado al país.
Entre las dos opciones que podría salir el nuevo avión (luego de que un comité evalúe las ofertas y culmine el proceso podría estar operativo en mayo), el menos costoso, que lleva el número de serie 36852 y perteneció a Hyundai Motors. Fue fabricado en 2008 y posee 16 plazas. Su dormitorio principal está justo detrás de la cabina, con baño completo incluida una ducha. Y tiene otro espacio para huéspedes con dos camas.
El que venden en Mónaco, además de más costoso, es más nuevo, de 2010, y tiene espacio para 18 asientos. Casualidades de la vida: sus sillones y tapizados fueron elegidos por Alberto Pinto, un fallecido diseñador de interiores francés…cuyos padres eran argentinos.
Lo que el Gobierno quiere es un avión con un mínimo de 15 plazas, un dormitorio para el presidente, conexión wi-fi a bordo, mínimo de 7000 horas de vuelo, con autonomía como para llegar a Europa.
Fuente: Cronista







