El combo de una mala cosecha, con precios altos de la materia prima y un consumidor con un poder adquisitivo erosionado por la inflación, dejó un año (2016) con ventas a la baja en el mercado interno. No obstante, los envíos al exterior mostraron un performance en suba.
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura las ventas de vino en el mercado interno durante 2016 cayeron 8,3%. Desglosado, los vinos que más sufrieron esta caída fueron los genéricos tintos que cayeron 10,2% comparados con 2015, mientras que los blancos de esa misma categoría sólo bajaron 4,2%.
Para el caso de los varietales, también los tintos fueron los que mostraron una caída más pronunciada, 8,6%, mientras que los varietales blancos registraron una baja de 1,2%.
Los vinos en envases multilaminados (tetra brik), tal como se venía advirtiendo durante todo el año cerraron con una caída de 9,7%, en el aumento de precio, por la falta de vino hizo que los precios en las góndolas se duplicaran en poco tiempo, lo que resintió la demanda. En tanto, los embotellados cayeron 7,5% en el período enero- diciembre.
Para el caso de las exportaciones, en los vinos fraccionados el aumento general en volumen fue del 5,3%. Parte del crecimiento fue traccionado por el aumento de los envíos en tetra brik, que cerraron el 2016 con una suba del 68,3%, mientras que los embotellados en volumen mostraron un alza del 3,1%.
No obstante, por cuestiones de competitividad y de precios bajos en el exterior, nuevamente los envíos a granel cerraron a la baja con una caída de 25,5%. Esto promedió que el total de las exportaciones argentinas finalizara en volumen con un 2,9% menos.
Pese a esta baja en volumen, Argentina, vendió menos pero más caro, que lo que significó un aumento en valor del 1% logrando ingresos por U$S 826.853.000 millones, U$S 7.797.000 millones más que el año pasado.
