Desde hace dos años, estos jóvenes están abocados a diferentes causas solidarias. La idea surgió por iniciativa de una docente, en respuesta a estos alumnos que sentían la necesidad de ayudar a quienes más lo necesitan.
Así surgió Proyectando Humanidad, una iniciativa sociocomunitaria a través de la cual ayudan a diferentes entidades. El año pasado la tarea fue repartida en grupos de cuatro o cinco estudiantes y, este año, a punto a culminar sus estudios secundarios, todos juntos trabajan por una misma causa.
De este modo, todos pusieron manos a la obra y comenzaron a trabajar por el Jardín Maternal Niño de Jesús y CAE de Lavalle. “El Jardín posee una comunidad educativa de 80 personas, niños de 0 a 13 años y realmente están en estado de vulnerabilidad, tienen muchas necesidades”, dijo Mariana Cóvolo, profesora de Formulación de Proyecto y responsable del proyecto.
Además contó que actualmente se encuentran abocados al festejo del Día del niño, para lo que requieren la ayuda de la sociedad entera.
Dos realidades diferentes unidas por la solidaridad
Los estudiantes de 5ª años, desde junio hasta noviembre, llevan adelante su proyecto y para ello viajan una vez al mes a Lavalle. Allí se enfrentan a una realidad diferente a la que ellos están acostumbrados.
“Ver que niños pasan hambre , frío o no tienen para recrearse fue un golpe fuerte para los estudiantes, un sacudón que los impulsó aún más para continuar con el proyecto”, refirió Cóvolo.
Así, sin dudarlo, comenzaron a trabajar por esos pequeños. La tarea no fue fácil, sin embargo, las ganas estaban y eso fue lo que los motivó a continuar con su meta.
Divididos en las modalidades de Humanidad y Economía, los estudiantes realizan diferentes tareas: “Algunos se encargan de recolectar juguetes, ropa, mercadería, materiales didácticos y, otros, son los responsables de difundir la obra, a través de las redes, en medios de comunicación, organizan rifas, chequean el material donado y, caso que sea necesario, lo arreglan. Acá todo es dividido por grupo y realizado en equipo”, expresó Cóvolo.
Un desafío que necesita de muchos corazones solidarios
En unas semanas se celebrará el Día del Niño y hay 80 pequeños que forman parte del Jardín Maternal Niño Jesús y que esperan tener entre sus manos ese regalo que tanto anhelan. “Viajaremos en setiembre y allí los sorprenderemos con juguetes y varias sorpresas. Para ello, la comunidad educativa ha realizado concursos para recaudar muchos regalos», dijo Cóvolo.
Pero no solo están recaudando juguetes sino que, además, están preparando un regalo muy especial: se trata de una cocina de juguete armada por los mismos estudiantes. “En el último viaje que realizamos a Lavalle, los chicos observaron en una de las salas del Jardín algo que les llamó mucho la atención y fue que entre los pocos elementos didácticos que cuenta la sede había una cocina de juguete realizada con cartón, casi imposible de utilizar por el estado en el que se encontraba”, contó la docente.
“Nos llamó mucho la atención que los chicos tuvieran esa ‘cocinita’ para recrearse. Por ello se nos ocurrió poder regalarles una nueva pero no comprada por nosotros sino realizada por nuestras propias manos. Buscando material en internet observamos que con muebles viejos podíamos crear esa cocinita que teníamos en mente”, dijo Camila, una de las estudiantes responsables del proyecto.
La idea y las ganas están pero falta la materia prima, es decir los muebles usados. Quienes deseen ser parte de este proyecto y puedan donar una mesa de luz, un armario, un escritorio o algún mueble en desuso será muy bienvenido. Además pueden donar juguetes en buen estado, material didáctico, juegos de mesa, calzado, ropa, alimentos no perecederos, elementos de limpieza e higiene.
Todo puede ser entregado en el colegio Nuestra Señora del Rosario de Pompeya (Derqui 1240 esquina Paso de los Andes, Godoy Cruz) de 8.30 a 13.30, a través de facebook en @proyectandohumanidad o llamando a los teléfonos de Camila (2616101721) o Azul (2612199620).
De esto se trata la vida: de dar y recibir. Y estos estudiantes, que pronto egresarán de su colegio, lo harán siendo conscientes que dejaron una huella en esas aulas que los vio crecer.
