El reelecto presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, advirtió a Polonia de no “quemar puentes” con la Unión Europea, después que su país de origen se opusiera a su reelección al frente de la institución que representa a los 28.
“Tengan cuidado con los puentes que queman, porque una vez que lo hagan, ya no podrán cruzarlos de nuevo”, dijo en rueda de prensa Tusk, citando un proverbio que dedicó a “todos” los países del bloque, pero “especialmente al gobierno polaco”.
Polonia había intentado frenar la renovación de su ex primer ministro (2007-2014), al que acusan de “violar brutalmente” la neutralidad del cargo, y, tras su reelección por 27 votos a favor y uno en contra, Varsovia llegó a decir que la UE obedece al “diktat” de Berlín”.
A pesar de la derrota, la primera ministra polaca, Beata Szydlo, mantuvo la tensión, como había avanzado un miembro de su gobierno, e intentó bloquear las conclusiones finales de la cumbre, que deben versar sobre asuntos como el comercio o la defensa.
“No aceptaré las conclusiones de la cumbre, por lo tanto esta cumbre no será válida”, confirmó a los periodistas la jefa del gobierno polaco, quien habló de un “muy peligroso precedente” de que un candidato salga elegido sin el apoyo de su país de origen.
Las conclusiones se adoptan habitualmente por consenso, pero en este caso el primer ministro maltés, Joseph Muscat, las publicará en nombre de Malta como país que asume la presidencia pro témpore del bloque.
En cualquier caso, esto no afecta a la renovación de Tusk hasta noviembre de 2019.