Desde el entorno del intendente destacan que, más allá de contar con el impulso del diputado nacional Julio Cobos, no responde a los sectores más fuertes del radicalismo en Mendoza, el cornejismo y el suarismo. Lo consideran como una ventaja, ya que puede jugar sin muchas presiones, caminar el territorio y, si logra su objetivo de ganar las elecciones, no estar tan condicionado a la hora de armar sus equipos.
Además, tampoco le han bajado – por el momento – el pulgar. Días atrás, en una reunión de la que solo participaron el senador Alfredo Cornejo y los intendentes Orozco, Marcelino Iglesias (Guaymallén), Tadeo García Zalazar (Godoy Cruz) y Ulpiano Suarez (Ciudad), se dio vía libre a quienes buscaran mantenerse en la carrera electoral.
A ese trabajo diario se le suma el de planificación y estrategia que ahora encaró el titular del Ejecutivo lasherino. Así, Orozco armó un equipo no con uno, sino con una serie de consultores políticos, de los que se cuentan hasta encargados de campañas en elecciones para presidencias latinoamericanas. Uno de estos llegó a Mendoza hace poco y el intendente lo llevó a visitar un conocido local de lomos.