Los hijos de Báez fueron escrachados antes de declarar

Los también imputados fueron insultados en Aeroparque cuando arribaban desde Río Gallegos para presentarse ante la Justicia en los próximos días. En el mismo avión viajó Máximo Kirchner.

los cuatro hijos del empresario Lázaro Báez viajaron ayer miércoles a la madrugada desde Río Gallegos a Buenos Aires en el mismo vuelo que el hijo de la ex presidenta Cristina Fernández, Máximo Kirchner, y fueron recibidos al grito de “ladrones” y “corruptos”.

Los tres hijos de Báez viajaron por la citación que les fijó en los próximos días el juez Sebastián Casanello con el fin de indagarlos por lavado de dinero en el marco de la causa llamada “ruta del dinero K”.

Se quejaron, a través de un escrito, de la vigilancia policial que dispuso el juzgado apenas pisaron suelo porteño.

La defensa de los Báez -repartida en dos grupos- espera frustrar esas indagatorias: por un lado Lázaro y Martín Báez pidieron una postergación, mientras Leandro Báez encabeza un reclamo que debe resolver la Sala II de la Cámara Federal para apartar a Casanello de la investigación, porque habría manifestado que no avanzaría sobre la ex presidenta Fernández.

En persona, tras ser trasladado desde la cárcel de Ezeiza donde cumple prisión desde el 5 de abril pasado, Lázaro Báez dijo a los camaristas que había visto a Casanello en la quinta de Olivos en setiembre pasado. (Ver aparte)

El mismo día en que Lázaro habló ante la Cámara Federal de la presencia de Casanello en Olivos, la Unidad de Información Financiera pidió la indagatoria y detención de los cuatro hijos del dueño de Austral Construcciones, tras haber detectado cuentas en Suiza por las que pasaron 25 millones de dólares.

“Logramos cerrar el circuito”, sostuvo el juez Casanello en una improvisada conferencia de prensa, tras citar a Báez, padre e hijos y otros involucrados a una ronda de indagatorias que comenzarán el miércoles próximo. Además, negó nuevamente haber estado en la quinta presidencial.

Por la citación, los tres hijos de Báez que viven en el sur: Melina, Luciana y Leandro, llegaron a la Capital Federal, a la 5.30, en el vuelo 1883 de Aerolíneas Argentinas.

En el mismo avión, que partió a las 2 de Río Gallegos, viajó el diputado nacional por el Frente para La Victoria (FpV), Máximo Kirchner.

Los Báez, que tienen previsto visitar a su padre el sábado próximo en el penal de Ezeiza, viajaron en primera clase, mientras que Kirchner hijo lo hizo en clase turista.

Los hermanos Báez abandonaron el Aeroparque Metropolitano “Jorge Newbery” rápidamente, sin hacer declaraciones a los medios de prensa que los esperaban y ante algunos insultos de las personas que se encontraban en el lugar y los reconocieron.

“Devuelvan la plata que se robaron”, “ladrones”, “son todos ladrones”, “corruptos”, “vendepatria”, fueron algunos de los epítetos lanzados.

Leandro, antes de abordar el vuelo en la aeroestación de Río Gallegos, dijo al canal de noticias TN que se presentarán ante la Justicia y que no tenían miedo de “quedar detenidos”.

Apenas un rato después de la llegada, Leandro Báez se quejó en la Justicia del “seguimiento policial constante” que dispuso el juez sobre una parte de su familia.

“Desde el viernes pasado personal de la Policía Federal Argentina vestido de civil realiza un seguimiento constante y continuo de todos los movimientos que realizan Leandro, Melina, Luciana y la señora Norma Calimonte (madre de los nombrados)”, expuso en un escrito entregado a la Cámara Federal.

Según dijo, al arribar a la Capital Federal “dos vehículos no identificados y una moto” los siguieron hasta el hotel en que están alojados y los policías “permanecen allí a la espera de cualquier movimiento”.

“Esto demuestra una vez más el direccionamiento que hace el Dr. Casanello del expediente y, en este caso, es más grave aún ya que realiza una persecución y hostigamiento de personas imputadas”.