Conti on fire y Máximo al pasto

POR LOS PASILLOS

Otro cruce de Fernando Sánchez con la diputada K. Un oceanógrafo perdido. Y un sheriff con remolque.

Cámara de Diputados de la Nación. Entrada exclusiva para los legisladores. Espera el ascensor el diputado nacional Fernando Sánchez. Se abre la puerta y allí está Diana Conti. Suspenso. Repasemos: la semana anterior, el legislador “lilito” y la diputada K se habían trenzado fuerte en el recinto. La enérgica kirchnerista lo cruzó a Sánchez, en el debate por los allanamientos a Julio De Vido, lo acusó de “esconderse entre las polleras” de Carrió y disparó: “ Te vas a tener que meter la lengua donde ahora no tenés pelota para metértelas”: finísimo todo. Volvamos: Sánchez está por entrar al ascensor de Diputados y allí está Conti. “Con vos tengo que hablar”, le dijo el de la Coalición Cívica a la peronista. La puerta se cerró y ambos viajaron juntos unos cuantos pisos. Conti se justificó diciendo “Yo soy así”. Se dijeron algunas cosas más y la legisladora K se bajó del elevador con gesto adusto. ¿Continuará? Misterio…

Otro misterio se cierne sobre la Residencia Presidencial. Máximo Kirchner vivía en Olivos, en el último tiempo de la gestión Cristina, en una casa que está cerca del muro que da sobre Avenida Maipú. Al comenzar las refacciones en la abandonada quinta, los encargados de cuidar el césped vieron una zona donde el pasto era diferente. Las dudas invadieron a los jardineros de la residencia: ¿qué había pasado allí para que el césped hubiera sido cambiado, si no había plantas ni árboles en ese sector? Ahora, al surgir el caso José López -entre monasterios, criptas y bóvedas- los nuevos habitantes de la Quinta de Olivos se miraron con desconfianza: ¿habrá allí algún tesoro escondido? ¿Será un trabajo para “El Hombre Pala”, como llama al fiscal Marijuan el abogado mediático Mauricio Dalessandro? ¿Será que “todo tiene que ver con todo”, como decía CFK?