Diez amigos de Santa Fe cumplían 30 años de egresados y resolvieron viajar a EE.UU, ahí cinco de ellos murieron víctimas de un terrorista.
Era una tarde agradable de otoño en Manhattan. Los 10 amigos argentinos habían llegado el domingo a Nueva York y habían hecho lo que la mayoría de los turistas disfruta cuando llega a la Gran Manzana: pasear por las amplias avenidas, ver los lugares emblemáticos y comprar regalos para sus familias.
Pero en un segundo de terror, los paquetes quedaron desparramados en la calle, manchados de sangre, rodeados de cadáveres y de desesperación, según contó el cónsul argentino, quien fue el primero en tomar contacto con los cuatro sobrevivientes.
Murieron cinco compatriotas y el sexto, que permanece internado en terapia intensiva, aún no sabe el destino fatal de sus amigos.
Los argentinos habían decidido dar un paseo en bicicletas alquiladas desde el sur de la isla hacia el norte, a la vera del río Hudson, cuando un terrorista embistió con su vehículo a peatones y ciclistas en una bicisenda en el bajo Manhattan.