Luego de la ruptura con el bloque oficialista, hace tres sesiones que los senadores radicales Walter Soto y Raúl Ferrer se cambiaron de banca y ya no se sientan con sus aliados de Cambia Mendoza, sino que quedaron ubicados arriba del FIT. Por ahora no tuvieron ningún acercamiento con el gobernador Alfredo Cornejo, por lo que no tienen intenciones de regresar al frente, y las cosas podrían complicarse en el futuro para el oficialismo, que necesita aprobar nuevas leyes.
Actualmente, el gobernador cuenta con el apoyo de 18 senadores radicales más el de Libres del Sur, Ernesto Mancinelli. Mientras, en la vereda de enfrente hay 17 opositores y los 2 que se apartaron del bloque.
Ambos senadores tienen mandato hasta el 2018. Si bien no les queda mucho tiempo en la Cámara Alta, el Ejecutivo los necesitará para tratar algunas leyes clave que se vienen antes de fin de año, como Impositiva, Avalúo y presupuesto y el defensor del docente, entre otras.
“Hemos votado lo que nos parece que es importante”, remarcó Ferrer.
Los legisladores no cierran las puertas a una reconciliación, aunque el senador dijo: “La decisión para limar diferencias es del gobernador. Cuando él nos convoque vamos a dialogar siempre”, manifestó Ferrer. De todas formas, dejaron en claro que no van a torcer su postura y que hasta el “último día” seguirán pensando de la misma forma.
Para conformar un nuevo bloque, los radicales “rebeldes” necesitarían un integrante más. Si bien no hay confirmaciones, por lo bajo algunos legisladores comentan que hay otros disgustados con el estilo de Cornejo.
Tras el apartamiento del bloque se corrió el rumor de que tanto Ferrer como Soto tomaban la decisión porque se quedaban sin reelección y sin ningún tipo de ofrecimiento para el futuro, situación desmentida más tarde por los díscolos.
Por su parte, la senadora Norma Corsino, que tampoco tuvo reelección, se diferenció y defendió la “autoridad” de Cornejo. Señaló que en ningún momento sintió “presión” para aprobar algún tipo de norma. “No me muevo del bloque, no me siento mal porque no se me dio la reelección”, manifestó.
El oficialismo intenta bajarle el tono a la pelea. El presidente del bloque del Senado, Armando Camerucci, reconoció que realizarán las “gestiones” para que se reintegren al frente. “Algunas leyes las hemos tratado rápido, eso no quiere decir que no haya tenido debate. Vamos a extremar los esfuerzos porque se vienen leyes que son importantes”, remarcó.
Ítem banca, en veremos
Tras la caída de aquella sesión en julio por falta de quórum, el mandatario amenazó con implementar un “ítem banca” para evitar los faltazos de los legisladores. Esa idea no cayó muy bien en la Casa de las Leyes y, por eso, Cornejo dijo que les daría un tiempo para que lo implementen ellos.
En el receso invernal, los senadores del frente oficialista quedaron en trabajar para modificar el reglamento interno del Senado y, según explicó Ernesto Mancinelli, la idea es agregar una sanción económica a quienes se ausenten sin justificación. Sin embargo, este cambio está demorado porque aún no se conformó la Comisión de Petición, Poder y Reglamento que se necesita para modificar el reglamento interno.
La pelea se dio tras la ausencia de los díscolos en una sesión donde el Gobierno buscaba aprobar el Plan de Ordenamiento Territorial y la reforma al Código Procesal Civil y Comercial. Esto, sumado a que el PJ no dio quórum, hizo enfurecer al gobernador, quien amenazó con implementar el “ítem banca”. Los cansados de recibir órdenes para aprobar leyes, sin tener tiempo de estudiarlas o debatirlas, decidieron hacer su rancho aparte y se separaron del bloque.
“Nunca tuvimos oportunidad de charlar con el gobernador, entiendo que tiene una agenda importante. Esperamos un tiempo prudencial, se fueron cumpliendo las etapas, por eso realizamos el cambio de bancas”, explicó Ferrer