El campo podría perder hasta US$ 1.750 millones

La campaña agrícola en la Argentina ya tiene un piso de pérdidas de entre 1.100 y 1.750 millones de dólares, según previsiones oficiales y privadas, por el efecto de las inundaciones que golpean gran parte del centro-sur de Santa Fe y zonas del norte y oeste de Buenos Aires y Córdoba.

Por las fuertes precipitaciones anteriores, la semana pasada ya había quedado en duda el logro de una cosecha récord. Las lluvias del fin de semana pasado agravaron el panorama, ya que en amplias regiones superaron los 200 milímetros.

Las inundaciones están haciendo barajar de nuevo los cálculos de cosecha. Pablo Adreani, de la consultora AgriPac, pasó de prever 55 millones de toneladas de soja al inicio de la campaña a 50 millones de toneladas. Esos cinco millones de toneladas menos significan US$ 1750 millones, aproximadamente el 7% del valor de la cosecha. Adreani sostiene que hay un millón de hectáreas sin sembrar con el cultivo: 300.000 por la sequía en el sur bonaerense y 700.000 por inundaciones. Además, hay otras 700.000 hectáreas anegadas, ya sembradas.

En Rafaela, por ejemplo en plena cuenca tambera de Santa Fe, entre el 15 de diciembre y anteayer cayeron 429,2 milímetros, el mayor registro para ese período de los últimos 55 años y casi cuatro veces más de lo que llovió en igual fecha del año pasado. En Venado Tuerto, en tanto, en el sur provincial, según el INTA entre el 15 de diciembre pasado y anteayer llovieron 429 milímetros, el valor más alto para esa fecha en los últimos 27 años.

Además, se destacaron los 315 mm en Pueblo Esther, caídos entre las 7 y las 17 de ayer, 250 mm en Wheelwright, 160 a 240 mm en Elortondo, 170 mm en Santa Isabel, 128 mm en Santa Teresa y 200/220 mm en Hughes, en la provincia de Santa Fe. En la localidad bonaerense de La Emilia, próxima a San Nicolás, las lluvias llegaron al casco urbano y provocaron evacuaciones y daños en propiedades.

Hay lugares de la zona agrícola central donde ya llovieron 600 milímetros en el último mes, más del 60% del registro de todo un año.

Fuente: La Nación