El presidente Mauricio Macri encabezó hoy junto a su esposa, Juliana Awada, la delegación de argentinos que siguió en la plaza San Pedro del Vaticano la ceremonia en la que fue canonizado el sacerdote cordobés José Gabriel Brochero y de la que participaron autoridades de Córdoba y el presidente del PJ, José Luis Gioja.
Macri y su esposa, vestidos de negro como marca el protocolo del Vaticano, escucharon la misa en primera fila protegiéndose del sol con lentes oscuros y un paraguas.
Asimismo, de la comitiva oficial argentina participaron la canciller Susana Malcorra, los ministros de Comunicaciones, Oscar Aguad, y de Turismo, Gustavo Santos, el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el subsecretario del área, Alfredo Abriani.
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, también siguió con emoción la ceremonia junto a su antecesor en el cargo, el también peronista José Manuel de la Sota, el intendente de Córdoba, el radical Ramón Mestre.
El presidente del Partido Justicialista, diputado José Luis Gioja, compartió también el acto junto al embajador ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el vocero presidencial Iván Pavlovsky.
La misa se celebró al pie de la Basílica de San Pedro, en cuyas columnas pendía el tapiz con la imagen de Brochero junto a los otros seis beatos que fueron canonizados este domingo.
La ceremonia de canonización, a su vez, contó con la participación de tres cardenales argentinos como concelebrantes, el primado Mario Poli, Estanislao Karlic y Luis Villalba.